La modalidad de consulta asistida se ha convertido en un problema social porque afecta tanto al paciente como al asegurador y al especialista. Además, fomenta que muchos médicos especialistas no consigan trabajo porque las IPS prefieren contratar a médicos generales que no cuentan con la formación requerida con tal de reducir costos en salarios.
Aunque la consulta asistida, o multiconsulta, o consulta en espejo no es una práctica reconocida por el ministerio de Salud, en razón a que el ente oficial considera que quien verdaderamente lleva a cabo la consulta no cuenta con la debida capacidad resolutiva que necesita el paciente y lo expone a riesgos injustificados, la consulta espejo sigue siendo una práctica usual en muchas IPS de todo el país.
La consulta asistida o consulta espejo se presenta cuando un especialista en medicina interna, pediatría, cardiología, dermatología, neurología, reumatología
o de cualquier otra especialidad, mediante el apoyo de tres o cuatro médicos generales, realizan de manera simultánea varias consultas especializadas. Sin
embargo, son los médicos generales quienes realizan directamente la atención y el manejo de los pacientes que requieren una atención especializada.
La doctora Adriana Motta, médica especialista en dermatología e integrante del Sindicato de Médicos y Odontólogos del Distrito, afirma que este tipo de
consulta es ilegal y es contrario a la definición de consulta médica especializada que establece la normatividad nacional, puesto que ésta debe ser adelantada exclusivamente por el médico especialista.
“Hay una doble irregularidad, primero porque un profesional que no tiene el entrenamiento necesario no puede brindar una consulta especializada, y segundo porque a las EPS se les cobra como si fuera una consulta ejercida por un especialista”.
Los pronunciamientos emitidos por el ministerio de Salud, la Personería Distrital y la Federación Médica Colombiana coinciden en señalar que estas consultas ponen en grave riesgo la vida y la integridad de los pacientes de forma injustificada y desconocen con ello la normatividad que rige el sistema nacional de salud. Los organismos oficiales señalan que esta práctica no permite al especialista
dedicarle a su paciente el tiempo necesario para hacer una evaluación completa y adecuada de su salud e indicar los exámenes indispensables para precisar el diagnóstico y prescribir la terapéutica correspondiente, conducta que lleva a que el médico quebrante los principios éticos que constituyen el fundamento esencial de la profesión médica.
La solución es implementar la estatutaria
Las normas de talento humano en salud vigentes prohíben llevar a cabo actividades en atención en salud o ejercer competencias por profesionales que no estén autorizados, lo que constituye la esencia de la consulta espejo, puesto que los médicos generales son los que atienden consultas médicas que deberían ser realizadas por los especialistas, complementa la doctora Motta. “Las IPS también faltan a la ética, porque aunque los médicos generales son profesionales, no cuentan con el certificado de especialistas, que es lo que requiere el paciente; por lo tanto, no se garantiza que tengan la capacidad de manejar con éxito las dolencias de los pacientes, quienes además han tenido que superar miles de obstáculos y esperar durante meses por una consulta con el especialista”.
La única forma de detener esta arbitrariedad es mediante acciones legales por parte de los entes de control, asegura Motta. “La falta de implementación de la ley estatutaria de la salud ha permitido que prácticas como estas se hayan asentado en el país. En consecuencia, urge reglamentar la ley. Por último, la ciudadanía y en especial los pacientes deben denunciar a las entidades que ejerzan este tipo de
consultas y exigir su derecho a ser atendidos por el médico especialistas que es el único que está capacitado para hacerlo”
Deja un comentario