Un análisis de miles de registros menstruales ofrece respaldo a los informes anecdóticos de periodos erráticos después de las inyecciones.
Poco después de que las vacunas contra el coronavirus empezaran a aplicarse hace un año, algunas mujeres comenzaron a informar sobre ciclos menstruales erráticos tras recibir la dosis.
Algunas dijeron que sus periodos se retrasaron. Otras informaron sobre un sangrado más abundante de lo habitual o de un sangrado doloroso. Algunas mujeres posmenopáusicas que no habían tenido la menstruación en años, dijeron incluso que habían vuelto a menstruar.
Un estudio publicado el jueves descubrió que los ciclos menstruales de las mujeres sí cambiaron tras la vacunación contra el coronavirus. Quienes escribieron el estudio informaron que las mujeres inoculadas tenían ciclos menstruales ligeramente más largos después de recibir la vacuna que las no vacunadas.
Sin embargo, sus periodos, que llegaban casi un día más tarde que el promedio, no se prolongaban, y el efecto era transitorio, ya que la duración de los ciclos volvía a la normalidad en uno o dos meses. Por ejemplo, alguien con un ciclo menstrual de 28 días que comienza con siete días de sangrado seguiría teniendo un periodo de siete días, pero el ciclo duraría 29 días. El ciclo termina cuando comienza el siguiente periodo y volvería a ser de 28 días uno o dos meses después.
El retraso fue más pronunciado en las mujeres que recibieron las dos dosis de la vacuna durante el mismo ciclo menstrual. Los investigadores descubrieron que estas mujeres tenían la menstruación dos días más tarde de lo habitual.
El estudio, publicado en la revista Obstetrics & Gynecology, es uno de los primeros en respaldar los informes anecdóticos de mujeres que afirman que sus ciclos menstruales se retrasaron después de la vacunación, dijo Hugh Taylor, director del departamento de obstetricia, ginecología y ciencias de la reproducción de la Escuela de Medicina de Yale.
“Valida que hay algo real”, dijo Taylor, quien ha oído hablar de ciclos irregulares de sus pacientes.
Al mismo tiempo, añadió, los cambios observados en el estudio no eran significativos y parecían ser transitorios.
“Quiero asegurarme de que disuadimos a la gente de esos mitos falsos que andan por ahí sobre los efectos en la fertilidad”, dijo Taylor. “Un ciclo o dos en los que los periodos se desvían pueden ser molestos, pero no van a ser perjudiciales desde el punto de vista médico”.
Su mensaje es diferente para las mujeres posmenopáusicas que experimentan sangrado o manchado vaginal, ya sea después de la vacunación o no, a quienes advierte que pueden tener una condición médica grave y deben ser evaluadas por un médico.
Un grave inconveniente del estudio, que se centró en residentes en Estados Unidos, es que la muestra no es representativa a nivel nacional y no puede generalizarse a la población en general.
Los datos fueron proporcionados por una empresa llamada Natural Cycles, que tiene una aplicación para el seguimiento de la fertilidad. Sus usuarias tienen más probabilidades de ser blancas y con estudios universitarios que la población estadounidense en general; también son más delgadas que el promedio de las mujeres estadounidenses —el peso puede afectar a la menstruación— y no usan anticonceptivos hormonales.
Las mujeres en edad fértil encontrarán que los hallazgos son tranquilizadores, dijo Diana Bianchi, médica y directora del Instituto Nacional Eunice Kennedy Shriver de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD, por su sigla en inglés). (La Oficina de Investigación sobre la Salud de la Mujer de los Institutos Nacionales de Salud y el NICHD ayudaron a financiar el estudio, así como proyectos de investigación relacionados en la Universidad de Boston, la Escuela de Medicina de Harvard, la Johns Hopkins y la Universidad Estatal de Michigan).
“Sus proveedores de servicios médicos pueden decir: ‘Si tienes un día extra, es normal, no es algo de lo cual preocuparse”, dijo Bianchi.
El estudio lo llevaron a cabo investigadores en la Universidad Oregón Health & Science y la Escuela de Medicina Warren Alpert de la Universidad de Brown, en una colaboración con investigadores de Natural Cycles, cuya aplicación utilizan millones de mujeres en todo el mundo.
La data sin identificar de usuarias que dieron su consentimiento para que su información fuera incorporada a la investigación brindó una gran cantidad de evidencia sobre el modo en que los ciclos de las mujeres cambiaron durante la pandemia.
Los investigadores examinaron los registros de casi 4000 mujeres que habían monitoreado meticulosamente su menstruación en tiempo real, entre ellas 2400 que se vacunaron contra el coronavirus y unas 1550 que no estaban vacunadas. Todas eran residentes de Estados Unidos de entre 18 y 45 años que habían llevado registro de sus periodos menstruales durante al menos seis meses.
Para las vacunadas, los investigadores revisaron los tres ciclos previos y posteriores a la vacuna en búsqueda de cambios y los compararon con una duración similar de seis meses en las mujeres que no fueron vacunadas.
En general, la vacunación se asoció con un cambio en la longitud del ciclo menor a un día entero, en promedio, luego de ambas dosis de la vacuna, en comparación con los ciclos prevacunación. El grupo sin vacunación no experimentó cambios significativos a lo largo de los seis meses.
Estudios futuros de la base de datos van a examinar otros aspectos de la menstruación, como si los periodos fueron más abundantes o dolorosos luego de la vacuna.
Los hallazgos del nuevo estudio puede que no se apliquen por igual a todas las mujeres. En efecto, gran parte del cambio en la duración del ciclo fue impulsado por un pequeño grupo de 380 mujeres vacunadas que experimentaron un cambio de al menos dos días en su ciclo, dijo Alison Edelman, profesora de obstetricia y ginecología en la Universidad Oregon Health & Science y autora principal del artículo.
Algunas mujeres que se vacunaron tuvieron ciclos que duraron ocho días más de lo habitual, algo que es considerado clínicamente significativo, dijo Edelman.
“Aunque la duración del ciclo en cuanto a la población fue de menos de un día de diferencia, para una persona eso podría ser algo importante, dependiendo de su perspectiva y del motivo por el que confían en su menstruación”, dijo. “Puedes estar esperando un embarazo, preocupada por un embarazo, puede que te hayas puesto pantalones blancos”.
No está claro el motivo por el que el ciclo menstrual podría verse afectado por la vacunación, pero la mayoría de las mujeres con periodos regulares experimentan ocasionalmente algún periodo inusual o ausente. Las hormonas que secretan el hipotálamo, la glándula pituitaria y los ovarios regulan el ciclo menstrual y pueden verse afectadas por factores ambientales, estresores y cambios vitales.
(Los cambios observados en el estudio no fueron causados por condiciones relacionadas con la pandemia, dijeron las autoras, dado que las mujeres en el grupo sin vacunar también vivían en tiempos pandémicos).
No se sabe si es que otras vacunas impactan en la menstruación pues por lo general los ensayos clínicos de vacunas y terapias no monitorean los puntos de datos, a no ser que los investigadores estén probando anticonceptivos o potenciadores de fertilidad o busquen descartar un embarazo.
“Esperamos que esta experiencia aliente a los fabricantes de vacunas y a los ensayos clínicos de terapéutica a hacer preguntas sobre el ciclo menstrual, del mismo modo que se incluyen otros signos vitales”, dijo Bianchi.
La información, indicó Edelman, es importante, al igual que conocer si después de una vacuna es posible experimentar dolor de cabeza o desarrollar fiebre.
“Las personas que menstrúan pasan una semana de cada mes, a veces más, lidiando con la menstruación”, dijo Edelman. “Si sumas el tiempo a lo largo de 40 años, son prácticamente diez años de menstruación”.
Fuente: The New York Times
Enlace: https://www.nytimes.com/es/2022/01/07/espanol/vacunas-covid-menstruacion.html
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