Nuevos dilemas éticos en obstetricia y ginecología
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Nuevos dilemas éticos en obstetricia y ginecología


El foro sobre ética en obstetricia y ginecología, realizado en la Academia Nacional de Medicina, reunió a destacados galenos para abordar los dilemas éticos que enfrentan los profesionales de la salud en la actualidad.


Organizado por el Instituto Colombiano de Estudios Bioéticos, la Asociación Bogotana de Obstetricia y Ginecología, el Tribunal Nacional de Ética Médica y el Colegio Médico Colombiano, el evento destacó la importancia de la ética como pilar fundamental del ejercicio profesional, especialmente en el área de la ginecoobstetricia.

El doctor Ricardo Roa Castellanos, presidente del Instituto Colombiano de Estudios Bioéticos, inauguró el foro resaltando la necesidad de sumar esfuerzos para abordar los retos éticos en obstetricia y ginecología. El evento académico también le rindió un homenaje al doctor Fernando Sánchez Torres, figura clave en la conjunción de la ética, la docencia y la práctica clínica.

Las conferencias abordaron temas como el aborto, la ética en la atención ginecoobstétrica, la identidad de género, la medicina fetal y los desafíos legales y sociales que enfrentan los profesionales. Entre los participantes estuvieron el doctor David Vázquez Awad, ginecólogo y obstetra emérito, con amplia trayectoria académica y clínica; el doctor Stevenson Marulanda, médico cirujano y presidente del Colegio Médico Colombiano; el doctor Herman Redondo, presidente del Tribunal de Ética Médica, miembro de la Academia Nacional de Medicina; el doctor Germán Varón, ginecólogo y endocrinólogo; el doctor Juan Carlos Mendoza Ávila y doctor Saulo Molina, expertos en endoscopia, microcirugía y medicina perinatal.

El doctor Stevenson Marulanda habló de la relación entre el genoma, el comportamiento humano y la bioética, abordando desde fundamentos biológicos hasta implicaciones filosóficas y sociales. Explicó cómo la biología condiciona, pero no determina completamente, la conducta humana y cómo esto influye en la construcción de la moral y la ética.

El doctor Marulanda inició su charla con una reflexión sobre la base biológica de las decisiones y comportamientos en los seres vivos, citando al autor Yuval Noah Harari para plantear preguntas esenciales: ¿cómo el genoma influye en las decisiones de los organismos? ¿Puede la biología explicar el funcionamiento de la sociedad? Resaltó que, aunque organismos simples como bacterias y gusanos toman decisiones basadas en su genoma, la complejidad aumenta en especies con sistema nervioso y mayor número de neuronas, como los humanos.

Señaló que el genoma humano consta de alrededor de 21.000 genes, muchos de los cuales están relacionados con la formación y funcionamiento del cerebro, lo que genera una mente compleja y un “yo” robusto, caracterizado por un fuerte egoísmo biológico. También introdujo el concepto de la “santísima trinidad” humana: el genoma, el cerebro y la mente, que conforman el núcleo de la existencia y el comportamiento. “Sobre esta base, propuso la idea del “círculo moral”, una frontera invisible que delimita a quiénes dirigimos cuidado, respeto y altruismo. Este círculo se expande o contrae según la proximidad genética y la historia cultural y personal. En el núcleo más cercano están los familiares directos, hacia quienes sentimos el altruismo más fuerte, mientras que hacia los más lejanos el círculo se estrecha, dando lugar a actitudes como la indiferencia o incluso la deshumanización”, expresó.

Destacó la influencia de neurotransmisores como la dopamina, que impulsa la motivación, la ambición, el placer y también la codicia y la adicción. La dopamina, dijo, es el motor biológico del deseo de poseer y acumular, base del concepto de propiedad privada y del individualismo. Cuestionó las visiones filosóficas que ignoran esta base biológica, como la idea ingenua de Rousseau de que el hombre es bueno por naturaleza y que la sociedad lo corrompe, argumentando que la naturaleza humana es compleja y está marcada por impulsos egoístas profundamente arraigados.


Asimismo, resaltó la importancia de la oxitocina y la vasopresina, hormonas relacionadas con el apego social, el amor duradero y la cooperación. “Estas sustancias químicas, ubicadas en el cromosoma 20, son esenciales para la fisiología social y reproductiva, y contribuyen a la empatía, la generosidad y el altruismo”, explicó.

El Dr. Marulanda finalizó con una reflexión sobre la moral y la ética como “grandes mitos” creados por la civilización para dominar el “salvaje genoma” que llevamos dentro. Explicó que, junto con el Estado, las leyes y las normas sociales, la moral y la ética son herramientas necesarias para regular la conducta humana y permitir la convivencia, en un contexto donde los impulsos biológicos pueden ser contradictorios y muchas veces conflictivos.

Los vacíos legales

Enseguida, el doctor Herman Redondo, presidente del Tribunal de Ética Médica, trató el tema de los dilemas éticos en la interrupción del embarazo. Su intervención se centró en la complejidad de las decisiones en ginecología y obstetricia, especialidad dedicada a la atención de la mujer y la prolongación de la vida, donde los dilemas éticos son inherentes y no admiten respuestas absolutas.

Redondo destacó que, ante dilemas éticos, la referencia principal debe ser la ley, aunque reconoció que muchas veces existen vacíos jurídicos que obligan a los médicos a tomar decisiones difíciles en ausencia de regulación clara.  Explicó la definición de aborto según la OMS como la interrupción del embarazo antes de que el feto alcance viabilidad extrauterina, concepto que actualmente se sitúa alrededor de la semana 22 de gestación. La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) precisa que aborto es la expulsión o extracción de un embrión o feto de menos de 500 gramos, lo que coincide con la práctica en Colombia. Diferenció este concepto del más reciente de interrupción voluntaria del embarazo (IVE), reconocido como un derecho fundamental en Colombia desde la sentencia C-355 de 2006 de la Corte Constitucional.

“El médico tiene la obligación de informar de manera amplia, veraz y comprensible, sin imponer valores ni intentar convencer, dejando la decisión final en manos de la paciente”, aclaró.

El doctor Redondo repasó las tres causales que despenalizaron el aborto en Colombia según la sentencia C-355: peligro para la vida o salud física o mental de la mujer, grave malformación fetal incompatible con la vida extrauterina, y embarazo producto de violencia sexual, inseminación artificial no consentida o incesto, esta última con denuncia penal obligatoria. Señaló que esta regulación redujo significativamente los abortos sépticos y mejoró la salud pública.

Destacó que la normatividad actual utiliza el término “persona gestante” para incluir a todas las personas con capacidad biológica de embarazo, incluyendo hombres transgénero, y que la autonomía para decidir sobre la interrupción del embarazo también se extiende a niñas y adolescentes, quienes pueden hacerlo sin autorización de terceros, según la resolución 051 de 2023.

En cuanto a la objeción de conciencia, aclaró que es un derecho individual del médico que realiza directamente el procedimiento, no del personal auxiliar ni administrativo, y que no puede ser institucional. Las instituciones deben garantizar la atención, incluso si cuentan con médicos objetores.

Redondo explicó que la Corte Constitucional ha ido ampliando los plazos para la IVE, estableciendo en la sentencia C-055 de 2022 que el aborto libre es posible hasta la semana 24 de gestación, ampliando el límite anterior de 22 semanas. En casos de gestación avanzada, la decisión debe basarse en criterios médicos, priorizando la viabilidad fetal y la salud materna, siempre con consentimiento informado.

Finalmente, el doctor Redondo expresó algunas diferencias con la última sentencia, sugiriendo que la despenalización total del aborto debería limitarse hasta la semana 14, manteniendo hasta la semana 22 la regulación basada en la sentencia C-355, y que más allá de ese límite la interrupción solo debería realizarse por indicación médica justificada.

De izquierda a derecha: Dr. Stevenson Marulanda Plata; Dr. David Vázquez Awad; Dr. Herman Redondo

La cirugía genital estética, ¿lucro o necesidad?

El doctor David Vázquez Awad explicó los dilemas éticos en procedimientos genitales, un tema de creciente relevancia en ginecología y obstetricia. Su presentación se basó en diversas publicaciones internacionales, incluyendo capítulos de libros especializados en menopausia, patología benigna de vulva y ética médica.

Destacó que la cirugía genital estética femenina, que incluye labioplastia, reducción del capuchón del clítoris, aumento o reducción de labios mayores, vaginoplastia, amplificación del punto G, procedimientos con láser y blanqueamiento anal, ha experimentado un aumento exponencial en los últimos años, con una proyección de gasto global de hasta 5 billones de dólares para 2026.

Subrayó que no existe un “genital perfecto” y que la amplia variación anatómica normal suele ser malinterpretada, generando angustia y baja autoestima, muchas veces influida por estrategias de marketing deshonestas y presiones sociales. Citó posicionamientos de entidades como la FDA, sociedades de obstetricia y ginecología de Canadá, Australia y Oceanía, que advierten sobre la falta de evidencia sólida respecto a la seguridad y eficacia de estos procedimientos.

El doctor Vázquez resaltó el pronunciamiento de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), que recomienda: evitar términos como “cosmético” o “rejuvenecimiento vaginal” y establece criterios éticos claros: los procedimientos deben ser médicamente necesarios, estar basados en evidencia científica, minimizar riesgos y contar con consentimiento informado voluntario. FIGO también insta a informar a los pacientes sobre la variabilidad natural de la anatomía genital y a detectar posibles trastornos psicológicos, como el trastorno dismórfico corporal, para evitar intervenciones innecesarias, especialmente en adolescentes.

El conferencista insistió en que la publicidad debe ser precisa y no engañosa, y lanzó una fuerte crítica la promoción de procedimientos quirúrgicos antiguos bajo nuevos nombres para fines comerciales. Señaló que la ética médica se fundamenta en principios como la no maleficencia, la autonomía, el consentimiento informado y la justicia, y alertó sobre las complicaciones que pueden surgir tras cirugías estéticas genitales mal indicadas, como dispareunia, deformidades vaginales y problemas funcionales.

Concluyó citando a Fernando Sánchez Torres sobre la importancia de la conciencia ética y reflexionó sobre la necesidad de que los médicos actúen con integridad, preguntándose si recomendarían el mismo procedimiento a una paciente de una EPS sin ánimo de lucro.

La voz ética el maestro

El doctor Fernando Sánchez Torres, por su parte, manifestó su preocupación por la crisis ética que atraviesa el país, especialmente en la medicina. “No basta con conocer las leyes para actuar éticamente, pues la ética va más allá de la legalidad y debe guiarse por la conciencia orientada al bienestar de los demás”, señaló.

Doctor Fernando Sánchez Torres

Afirmó que la enseñanza de la ética en medicina es obligatoria según la ley 23 de 1981 y la ley 30 de educación, pero que en la práctica muchas facultades solo enseñan la normativa legal sin formar éticamente a los estudiantes, lo cual es insuficiente.

Amplió algunos aspectos de los temas tratados en el foro, como la ingeniería genética y sus implicaciones éticas, y recordó una práctica todavía vigente en algunos sectores: la reconstrucción del himen prematrimonial, un procedimiento lucrativo, pero con cuestionamientos éticos.

El profesor Sánchez habló del aborto, reconociendo que aunque la ley establece límites claros, hay situaciones que quedan a juicio del médico, lo que puede exponerlo a sanciones. Finalmente, llamó la atención sobre la práctica frecuente y muchas veces poco ética de la cesárea, realizada en ocasiones por conveniencia económica o facilidad, aumentando costos y riesgos para las pacientes. “Debemos reconocer que la ética médica es un tema que genera temor o desinterés, pero felicito a los presentes por su compromiso con esta área fundamental para la medicina”.

diciembre 9, 2025

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