El exministro Juan Pablo Uribe resalta entre los resultados de la gestión realizada la descentralización del sistema, la firma del pacto para la eliminación de la malaria, la política integral de atención mental y una mayor liquidez del sistema para que la población tenga mayor acceso y calidad en los servicios de salud.
El exministro de Salud y Protección Social, Juan Pablo Uribe, enumeró los logros que ha tenido en más año y medio que estuvo en el cargo. En primer lugar, se refirió al Modelo de Acción Integral Territorial (MAITE) como un instrumento para fortalecer la salud en el país.
Para el exministro, el modelo permite que la nación llegue a un departamento o a cualquiera de los 37 distritos y en un ejercicio conjunto con la comunidad identifique cuáles son las prioridades y los compromisos para empujar la salud hacia adelante en el aseguramiento y en el flujo financiero en el talento humano, en la salud pública, en el trabajo intersectorial y en el respeto por las diferencias.
“La salud es tan compleja, que es imposible que el país mejore si no lo hace en el territorio con las comunidades, con la gente, con los lideres públicos y privados, entendiendo las diferencias que MAITE permite recoger, volver explícitas, seguir y monitorear a medida que se implementan. Esto cambiará algunos de los principales paradigmas existentes, pues mostraremos definitivamente la línea sectorial del nuevo gobierno, claramente definida en aspectos cruciales recogidos en este modelo”.
En salud pública, el doctor Uribe señala que Colombia entró al programa mundial de erradicación de la malaria, lo que permite concentrar en tres regiones, once municipios y dos distritos una intervención dirigida a interrumpir el ciclo de reproducción de la malaria y sacar a esas comunidades (donde se concentra el 60 por ciento de los casos de la enfermedad) de la pobreza en la que han vivido.
El exministro agrega que tanto en la política general de salud mental como la específica para el consumo abusivo de sustancias psicoactivas se han visto marcados progresos.
Dice que su cartera se comprometió a hablar de salud mental sin discriminación, estigmas, sin prejuicios ni tabúes, pues solo así se pueden reconocer las distintas caras de la problemática mental que agobian al país para poder hablar con solidez técnica y proposición terapéutica.
“La patología mental en Colombia se expresa en cuatro grandes áreas, hay una carga oculta de depresión que está detrás de la violencia intrafamiliar, del maltrato a la mujer y a la niñez, el consumo de sustancias psicoactivas y el suicidio. Me preocupa el tema del suicidio en jóvenes, un tema global, y en particular, el tema del consumo de sustancias psicoactivas, ya que en gran parte del territorio se ha convertido en el principal problema de salud pública”.
Uribe agrega que se debe dar una discusión seria acerca del consumo de cigarrillos electrónicos y el vapeo, dado que es un riesgo reciente que de alguna manera ha avanzado más rápido en los hábitos de consumo que en la regulación de los países.
“Esto puede llevar a que Colombia retroceda en gran parte de lo que logró en la lucha contra el tabaco. Hay que reglamentar lo que es un riesgo nuevo, exponer con seriedad la evidencia científica en la media en que se va desarrollando, empezar a registrar los nuevos casos en el sistema de vigilancia e informar de manera correcta sobre el riesgo a la población”.
De igual forma, hace énfasis en que en este lapso se aprobó la ley que prohibe el uso del asbesto en Colombia, el país avanzó en la reglamentación de los desfibriladores externos automáticos para lugares de alta afluencia, se reactivó la comisión intersectorial de seguridad alimentaria para garantizar que los municipios y agencias trabajen unificados en reducir la desnutrición infantil y la muerte por desnutrición.
“Hemos tenido una reducción aproximada del 20 por ciento en mortalidad infantil, aunque en algunos departamentos los datos no son tan alentadores. También obtuvimos financiación para la segunda fase de un proyecto llamado Salud para la paz, lo que nos permitirá llegar a 21 municipios y trabajar en problemáticas como salud sexual y reproductiva y salud mental. No le medimos al cannabis medicinal y estamos acompañando con efectividad esa iniciativa empresarial legal que busca cerrar brechas de inequidad y transformar en valor el aspecto del cannabis medicinal”.
Por último, menciona que el actual Gobierno ha dado un salto histórico en la asignación del presupuesto para la salud.
En el régimen contributivo hubo un crecimiento del 6. 25 por ciento que representa más de un billón de pesos y en el subsidiado se incrementó el 14.7 por ciento, es decir, más de dos billones de pesos adicionales.
“Las cifras reflejan el gran esfuerzo que se ha hecho y se está haciendo gracias al acuerdo de punto final”.
Precisa que en recobros del No PBS se ha pagado más del 42 por ciento de recursos.
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