Estamos en un punto en donde lo que está en juego es poder garantizar la atención a millones de usuarios del sistema de salud y ese punto comienza con la dignificación de la profesión médica.
Por. Dr. Roberto Baquero – Presidente Colegio Médico Colombiano
Es claro que actualmente el ejercicio de la profesión médica tiene diferencias muy notorias a lo que fue hasta hace unos años. No podría asegurar que todo tiempo pasado fue mejor, dado que la medicina ha pasado por varias crisis a lo largo de su historia.
Sin embargo, uno de los aspectos más críticos en este momento es la marcada devaluación del quehacer médico. Soy plenamente consciente de las dificultades que los profesionales de la salud venimos afrontando para adelantar de la manera más digna posible el cuidado de los pacientes.
Los que nos denominamos galenos estamos inmersos en un modelo de salud que permite que los médicos tengan sueldos muy bajos, con contratos precarios, sin garantías de seguridad social, en unas condiciones laborales deplorables, sometidos por necesidad a soportar jornadas de más de 12 horas diarias y hasta agresiones físicas y verbales.
Pero, por otro lado, la sociedad nos exigen que como médicos nos mantengamos al día con la ciencia, con la tecnología, que seamos infalibles, que vivamos enfrascados en el proceso de educación continuada, en búsqueda de la excelencia, de los mejores tratamientos para los pacientes y que renunciemos a tener vida familiar.
No en vano las encuestas realizadas por el Colegio Médico Colombiano retratan que la profesión médica está infectada de precariedad laboral, abusos en los cobros de las matrículas, insatisfacción en la realización profesional y falta de optimismo en el futuro para los recién graduados de medicina.
En razón a lo anterior, este nuevo año plantea que lo esencial es comenzar a impulsar reuniones, mesas de trabajo, campañas y proyectos de ley que lleven a recuperar los derechos perdidos de los médicos. Es hora de reconquistar el reconocimiento que la sociedad le otorgó a los médicos que cuidan del bienestar de la gente que conforma el país, de enfocar el cuidado de la salud en el paciente y de comenzar a hacer verdadera política basada en la evidencia.
Estamos en un punto en donde lo que está en juego es poder garantizar la atención a millones de usuarios del sistema de salud y ese punto comienza con la dignificación de la profesión médica.
Por eso, desde este espacio animo a los médicos y a los demás profesionales de la salud a perseguir la unidad como gremio para sacar adelante políticas públicas, sociales, laborales, educativas y económicas que reivindiquen los derechos de todo el talento humano en salud.
Las jornadas de protestas de hace unas semanas invitan a poner todo el sentido común y el mejor espíritu constructivo para avanzar en propuestas de reformas dirigidas al Gobierno, empleadores y aseguradoras para abolir la deshumanización del ejercicio médico, el maltrato hacia el recurso humano en salud, la falta de autonomía en la decisiones clínicas y la desesperanza que ha invadido a quienes aún honran el juramento Hipocrático.
Por suerte, aún son mayoría los médicos y demás profesionales de la salud que a diario dedica su vida al mejor cumplimiento de sus responsabilidades profesionales, con ética y humanismo, así no formen parte de los titulares de prensa o se conviertan en tendencia en las redes sociales.
No puede ser que después de toda la brega para conseguir la aprobación de la Ley Estatutaria de la Salud y de la Ley de Residencias médicas, como gremio desperdiciemos esta oportunidad para gestar una profunda transformación del contexto actual de la profesión médica y de la atención en salud en general.
La invitación es a despojarnos de los egos, a dejar de lado los intereses particulares y las diferencias para promover en conjunto y a una sola voz lo que resulte mejor y más digno para todos los médicos que tienen bajo su cuidado al tejido humano de todo un país.
Deja un comentario