Dicen que una mano invisible regula los mercados, pero nada dicen de la otra mano que regula los contratos, llamada corrupción, clientelismo y sobrefacturación.
Por Dr. Roberto Díaz González – Presidente Seccional Sociedad Colombiana De Cirugía Ortopédica Y Traumatología – Huila
La economía de mercado y la libre competencia es considerada por muchos economistas como el motor que genera prosperidad y riqueza, medida por el aumento del PIB, con la desventaja de ampliar la brecha entre ricos y pobres.
Dicen que una mano invisible regula los mercados, pero nada dicen de la otra mano que regula los contratos, llamada corrupción, clientelismo, sobrefacturación, incumpliendo.
El modelo de contratación y subcontratación de la ley 100 fue diseñado por visionarios, tenían claro como dejaría muchísimos dividendos.
La competencia es la situación ideal de libre oferta y demanda para determina los precios, técnicamente debe cumplir algunas características como la trasparencia del mercado donde hay un libre manejo del precio y la calidad, la homogeneidad del servicio da igual consumir el uno o el otro, la ausencia de promoción comercial que seduzca a la compra de uno, La igualdad de poder de toda la cadena de producción.
El paciente paga el mismo valor por la afiliación, no practica la libre escogencia sencillamente por que no conoce la diferencia en calidad por la complejidad del servicio, no tiene información, desconoce sobre los efectos farmacológicos, la calidad de suturas o la resistencia de los implantes, total se guía por los valores agregados de oportunidad, no conoce el precio del servicio,y no lo paga.
El medico practica competencia ventajosa con sus colegas, cuando acepta contratos con valores por debajo de lo pactado, cuando permite pasar el tiempo sin que le paguen, cuando acepta descuentos o da propinas por el pago oportuno, cuando utiliza recomendaciones políticas para conseguir puesto, es el que ordena la necesidad del servicio, conoce de calidad, poco sabe de costos, pero no paga.
Las instituciones prestadoras practican competencia corrupta cuando reconocen dinero por la adjudicación de contratos, cuando contratan por debajo del costo de producción, cuando dan tratamientos incompletos u obsoletos, cuando practican la guerra del centavo o los paseos de la muerte, conocen los precios del servicio y cobran.
Los aseguradores tienen una posición dominante con la cadena de producción del servicio, tienen el poder asimétrico para contratar y por la poca cantidad determinan un oligopolio, son las que pagan, pero no consumen ni toman las decisiones, practican selección adversa cuando rechazan enfermos de alto costo, cuando remiten a la red publica sin tener contratos pacientes de urgencia invocando principios éticos.
El estado controla los precios por capitación y por evento, es un mercado imperfecto, la total liberalización económica propia de la filosofía neoliberal es incompatible con la democracia, genera la concentración de poder económico que determina la concentración de poder político, así controlan la regulación en provecho propio, y se vuelve plutocracia que es el gobierno los miembros mas ricos de una sociedad.
La ley de oferta y demanda para los servicios médico asistenciales, no opera como en la comercialización de bienes donde el consumo cambia con el precio, en salud funciona solamente para el cambio en la fuente de financiación, donde el precio genera un cambio de afiliación, pero sigue con el mismo plan de beneficios.
El prepago debe aumentar la oferta y crecer a expensas del contributivo, para esto se debe fortalecer e independizar, suspender el doble pago con el contributivo.
El especial tiene una mayor demanda en la medida que sus afiliados tienen mas garantías laborales y el costo esta a cargo del presupuesto del contratista.
El contributivo también debe aumentar la oferta creciendo a expensas del subsidiado, aumentando la población con contrato de trabajo formal, disminuyendo la tarifa con la suspensión de la transferencia al subsidiado, y además estimular a los trabajadores independientes que paguen por cuenta propia la vinculación.
El subsidiado debe disminuir la demanda en la medida que la redistribución del ingreso y el emprendimiento generen menos población en pobreza.
La prestación del servicio medico asistencial tiene un alto grado de complejidad, maneja muchas aristas que impiden el libre mercado por esto florecen las practicas corruptas y este cimentado en la facturación que es un embeleco, genera estímulos perversos para cobrar lo que mas se pueda.
La tarea es aplicar el principio de vida japonés de orden, aseo y puntualidad, para organizar las finanzas, limpiar la corrupción y atender con calidad.
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